Niveles de defensa:
1º Nivel. No reaccionar ante una agresión (física o
psicológica), aguantar y sufrir la agresión, sin ofrecer una mínima respuesta
de defensa (muy dañina y tóxica para la persona que reacciona de esta forma).
2º Nivel. Correr o huir ante una agresión (física
o psicológica). En algún momento tienes que parar y enfrentar la situación.
3º Nivel. Defenderse solamente ante una agresión
(física o psicológica), sin responder con un contraataque. Tarde o temprano la
defensa no será suficiente y el agresor alcanzará su objetivo.
4º Nivel. Defenderse ante una agresión (física o
psicológica) y responder con un contraataque al agresor. El agresor recibe un
estímulo para que no repita la agresión.
5º Nivel. Responder ante una posible agresión
(física o psicológica) de un agresor, con un ataque anticipado, que sorprenda
al agresor y aborte su objetivo, consiguiendo el defensor una ventaja.
6º Nivel. Una actitud de seguridad y presencia (física y psicológica)
del defensor, lo suficientemente intuitiva para el agresor, que le aconseje
no iniciar una agresión. Sin caer en la violencia o el abuso desproporcionado
por parte del defensor.
7º Nivel. Control en todo momento de la situación,
espacio, emociones, miedos, las relaciones personales… Desarrollando al máximo
nuestras capacidades interpersonales (auto-confianza, educación, valores, principios,
empatía, formación intelectual, entrenar, desarrollar y potenciar el aspecto físico y psicológico…). Nos proporcionan la seguridad de unas respuestas adecuadas ante una agresión (física o psicológica). La principal y
máxima respuesta adecuada, es aquella que evita la agresión sin una violencia agresiva (física o psicológica) "a palabras necias, oídos sordos" y "nadie te puede ofender, si tú no te sientes ofendido". La persona que alcanza este nivel, puede reaccionar
en todo momento con los niveles previos, pero probablemente no sea necesario,
por su nivel de seguridad en sí mismo.
RESPETO.
Nunca permitas que nadie,
absolutamente nadie, perturbe tú paz y tú libertad. Cada vez que permites que
alguien te maltrate, ya sea física, verbal o emocionalmente, estás permitiendo
que perturbe tú paz y tú libertad, y por tanto, no aprendes la lección y esta
se va a ir repitiendo una y otra vez, con distintos escenarios y personas.
Nunca perturbes la paz y
la libertad de otra persona. Todo ser vivo, debe ser respetado. Si perturbas la
paz y libertad de otro ser, estás generando sufrimiento y dolor, que en
cualquier momento tú puedes experimentar, por la ley de equilibrio y consecuencia.
El amor incondicional no se
trata de decir a todo que "Sí", no se trata de permitir todo, el amor
incondicional te enseña a saber decir “No”, cuando alguien está perturbando la paz y libertad
de cualquier ser.
Busca siempre tú equilibrio, aprende a saber decir “No” y a alejarte de todo aquello y todos
aquellos que no te respetan y te intentan manipular para conseguir sus objetivos. Por otro lado, aprende a respetar la opinión de los demás, sobretodo
de tus seres queridos, no quieras que ellos sean como tú quieres, y no quieras
que hagan lo que tú deseas, respeta su paz, su libertad, y la vida te respetará
a ti. Pero recuerda, aquél que
no se respeta a sí mismo, no sabe respetar a los demás y permite que no le
respeten.
"Empieza por ti".
El Karate te puede ayudar
en este objetivo. La práctica Karate en un gimnasio o escuela, desde una edad
temprana puede ayudar mucho en el desarrollo personal y social del niño,
también a las personas adultas. Un niño de 12 años puede alcanzar el Cinturón Negro de Karate, después de años de práctica, un grado que le facilitará el conseguir estos niveles de defensa, seguridad en si mismo y desarrollo personal equilibrado.
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